Y hoy, repican las campanas,
Me despiden en plan solemne,
En el mismo lugar oscuro,
Donde quise volver a verte.
Escucho sususrros,
Percibo el olor a sal.
Encantos y embrujos,
Que por fin dejaré atrás.
Pues abruma horriblemente
El olor a crisantemos,
El llorar que de mi gente
Sale como tristes rezos.
El sentimiento de paz
Que ahoga como yunque
Aquel odio a mi deidad,
Que no sé por qué me fluye.
Si todo esto es normal,
Pasan miles cada día.
Es el orden natural,
Donde la vida termina.
Y hoy repican las campanas,
Comenzaré mi camino,
Hacía el paraje alejado,
De todo lo que he vivido...