lunes, 29 de abril de 2013

Aún soy niño

ayer fui niño ¿saben? ya no siento que haya sido niño, pues digo, entre las preocupaciones por que universidad es mejor para mí... no, perdón. las preocupaciones de si saldré o no de la prepa.

sí, hace ya muchisimos años que cuando veía acercarse estas fechas, moría de ansiedad, de necesidad, de emoción por ser niño, pero al mismo tiempo, mi desesperación por crecer era inmensa, tenía tanto ímpetu en la sangre, me vibraba la necesidad de ser mayor, po una u otra razón... necesitaba ser mayor, madurar, encontrarme en un lugar mas alto en comparación a los que podía asesar  en ese momento...

QUE TONTERÍA!!

digo, la vida era perfecta, tranquila, las preocupaciones eran tan banales como: dragon Ball comenzó desde el principio de nuevo. o, diantres, mi mama se enojó de nuevo porque me quedé jugando en las maquinitas de nuevo.

digo, nunca tuve un mundo de amigos... de hecho, nunca tuve amigos como tal. mi vida era estar siempre en mi casa, tal vez por eso me invente una compañía un tanto rara, pero que mas da, mi infancia a pesar de todo fue muy feliz, sí, tarde es cuando atesoro eso... pero digo, mejor tarde que nunca ¿que, no? el punto aquí es que puede que me haya precipitado a querer crecer... ¿por qué? por el simple hecho de que crecí sin madurar, sí, se que es muy estúpido, pero es la verdad, puede que si hubiera madurado conforme crecía, no estuviera en estos embrollos (lo sé, quien dice embrollos en esta época?)... pero piénsenlo  hace mucho mis papás me dijeron; "un día querrás volver a ser niño".

nunca había notado que tenían demasiada razón, hoy mas que nunca me gustaría ser un mocoso impertinente  e inquieto, pues al ser un niño, mi comportamiento podría ser un poco mas aceptado, pero he crecido, y aún tengo la mentalidad de aquel niño, tonto, ingenuo, picaron (la neta sí), confiado, enojón, aborazado, sonriente.

aquel niño regordete de cabello corto... con un intento de corte de honguito, el pequeño niño grande,
de ojos color miel, que siempre expresaban una rara chispa de felicidad y de tristesa. el niño cacheton, de piel rojiza, clara. el chico con nariz respingada y dientes un tanto chuecos, ese niño que creía en lo que la iglesia dictaba y en la magia, sin intentar encontrar una explicación racional o científica. con pestañas irreales que todas las personas chuleaban, ese niño, berrinchudo, que disfrutaba ir de short y que no le importaba el tipo de playera que llevaba.

aún soy ese niño... tal vez no en aspecto, pero aún tengo esa tenue esperanza en todo, en todos. aún puedo armar un berrinche por una estupides, aún puedo reir... pero ahora río con los que considero mis amigos, ahora puedo proclamarme como lo que ha quedado de mí... o será "¿lo que he logrado de mí?".

para terminar, sólo les tengo una pregunta: ¿aún recuerdan el/la niñ@ que eran? pensaran que sí, que es facil recordarlo... pero a mí me ha cosatado mucho trabajo... y, bueno, no se que tan fácil se les haga a ustedes.


jueves, 18 de abril de 2013

Vida de Gamer

esta es mi entrada numero 50... vaya, he escrito un poco y sinceramente a lo largo de estos casi 5 meses (faltan 3 días para cumplir los 5 meses de la existencia del blog) este http ha sido un compañero bastante fiel, risas y lagrimas, ha sido quien me ha escuchado bastante atento y hoy me podría limitar a subir otro capitulo de mis historias o un cursi poema mamalón con dedicación, pero no, no se me hace justo... por otro lado hay un estupido articulo que escribí hace poco mas de 3 meses, pero que simplemente no me había dado las ganas de subir. sin mas por el momento, agradesco a quien quiera que este del otro lado del monitor, por tomarte el tiempo de leerme, pues aunque solo me hayas leído una vez, ya me leíste y con eso me conformo, pues por un simple momento pude juguetear dentro de tu mente y tú, dentro de la mía.


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como todos saben, yo soy un aficionado a los juegos de video, todos tienen claro que puedo pasar horas frente a una consola o al ordenador solo tratando de pasar un buen rato... y como muchos se estarán ya imaginando, veo a la vida como un largo y complicado videojuego, sí, yo mismo sé que se escucha estúpido, pero tiene mucho sentido, todo comienza cuando los padres deciden ir al arcade (y por arcade me refiero a  cojer tener relaciones), ahí... ahí comienza el juego y comenzamos con las quejas ¿qué juego en su sano juicio puede tardar 9, sí 9 pinches meses cargando? obviamente uno muy exigente

lo que sigue es la selección de personaje, obviamente tu tienes las expectativa de crear un personaje mas verga que kratos... y madres, no puedes ni elegir el nick que quieres ponerte y mucho menos el color de cabello, todo viene predeterminado (lo sé, pinches genes), no puedes distribuir tus puntos de mejora, ni elegir las habilidades que más te gustan, no, eres mas inservible que un magikarp nivel uno, aunque obviamente, eres nivel uno.

con eso comienzas el juego, sí, un indefenso noobie, tonto, sin habilidad, sin destresa y sin el puto manual del videojuego, no hay tutoriales, no hay let's plays ni nada que te ayude con tu puto problema que tenemos todos los principiantes.

pero tras un tiempo comienzas tu entrenamiento, sí con esos que fueron al arcade a dar inicio a su partida (cabe mencionar que estos sujetos piensan que solo por poner la monedita son dueños de la partida... o bueno eso pasa durante los primeros 19-20 niveles, pero luego te dejan jugar a gusto).

durante los primeros 3 niveles te dedicas a aprender 2 habilidades muy importantes *lenguaje antiguo* y *caminar* y con el paso del tiempo aprendes cosas nuevas, pero no son las cosas que te gustaría aprender, no aprendes hechizos, como blandir una espada o a tirar con una ballesta, nooooooooooo.

aprender, matemáticas, gramática, física, historia y otras cosas poco entretenidas, y sí esperabas tener aventuras fascinantes, déjame romper tu linda ilusión.

por mi parte solo diré que las gráficas son buenas, no son la gran cosa, últimamente las gráficas que han logrado las consolas de nueva generación empiezan a superara las gráficas x de este video juego mamon.

la historia en ocasiones suele ser buena, pero da momentos en que se vuelve muy lineal, no sé ustedes pero yo preferiría que en momentos quitaran tanto puzle y metieran algo estilo shooter o combat, a poco no estaría bien pro.

quien no quisiera una hoja oculta como en assassins creed, digo, para ir matando gente por la calle sin que se de cuenta el mundo, o tener un sable de plasma como los de los elites covenant y rebanar a cuanto adefesio brute se te atraviese... y no mencionemos la cadenita de scorpion... que cosas no haría con ella *guñe el ojo y asiente enfermamente con la cabeza*

la música suele ser muy buena, sí, en ocasiones tiene sus picadillos, pero no está nada mal, digo, hay muchos virtuosos que nos hacen un poco llevadera esta fatídica experiencia (se los juro, prefiero jugarme una partida de age of mithology) que tienes que pasar a webo.

los personajes, bueno, te encuentras de todo tipo, eso es bueno, puedes toparte con personajes que te preguntas ¿por qué coño fueron creados?, hasta encontrarte con personajes que son tan buenos villanos que llegarás a odiarlos... o mejor aún enamorarte de ciertos personajes, por la perfección que representa cada bit que los integra. así que en ese termino, es aceptable, pero aun no puedes modificar tu apariencia a placer.

los escenarios pueden llegar a ser, tanto fantásticos, hasta pútridos cubículos de 2*2. pero tienen realismo uno no busca realismo, VERGAS.

por ultimo, la jugabilidad es una mierda, y los retos suelen ser estúpidos y monótonos. digo, cómo es posible que no te dejen gastar tus puntos de mejora? que creen que estas jugando minecraft y la experiencia es inservible? (ok, puede que no sea inservible, pero es tan volatil) y peor aún, no te endeñan a manejarte bien, no puedes andar libremente por la calle, matando a las personas que quieres matar, ni puedes desmadra los carros que te encuentras, eso no es sano. los retos como ya lo dije son absurdos, hay ocasiones que terminas mas frienzoneado que link, o quedas mas enfadado que mario bros después de haber entrado a tantos castillos sin encontrar a tu princesa. ademas es
muy molesto, porque no puedes guardar, ni lo puedes dejar colgado.

mi recomendación es, si quieren rentar este juego, háganlo  pero no vale la pena comprarlo, son excesivas horas de juego y no se le ve fin, aunque en momentos es muy entretenido y nice, pero esos momentos se acaban muy rapido.

así que disfruten su patético juego, digo, no habrá secuela

domingo, 14 de abril de 2013

Una cría de perro

Conforme pasó el tiempo, Mario, Erick y yo nos fuimos haciendo más unidos, entrenábamos mediante luchas que hacíamos entre nosotros. Unos palos que habíamos tallado y convertido en un intento de burdas espadas de madera eran nuestras armas, la casa tenía un patio bastante grande, el cual lo usábamos para entrenar, aprendimos a dar golpes (como podíamos) en ese tiempo fue cuando do cada quién desarrollo su fuerte.

Erick tomó su velocidad, su gran agilidad al tirar golpes y manejar cualquier arma de una mano. Si no te acercabas a el lo suficiente estabas tendido fácilmente. Uno de los combates más interesantes con él, fue un par de meses después de mi décimo sexto cumpleaños. Nos habíamos preparado para entrenar una hora después de la comida y mientras Mario iniciaba los preparativos para la cena, Erick y yo salimos a batirnos en duelo.

Cabe mencionar que unos días antes el y yo habíamos tenido un altercado... Por una chica, sí, ese desgraciado se creía todo un don juan y me acababa de jugar chueco con una chica que vivía no muy lejos de ahí, ambos estábamos indignado con el otro. Yo por haber perdido una linda chica a manos de ese hijo de perra... Él, porque le dije que era un maldito desgraciado roba chicas.

Él, cargó con una de las espadas de madera más delgada y ligera de todas las que habíamos fabricado, yo, con una tosca hacha que había hecho mario.

El combate fue interesante, ambos teníamos que sacar el odio que teníamos con el otro.

Nos situamos en el centro del patio y nos preparamos. Las reglas eran claras. La primera era que un  golpe del arma de madera en el vientre, el cuello, el pecho o la cabeza era una muerte automática y la segunda... Era que todo estaba permitido.

El primero en moverse fue Erick, balndió su espada con su mano derecha, desde su costado izquierdo hacia en frente de mí. Apenas logré bloquear su golpe, balancee mi hacha usando mi cuerpo, primero bloquee el ataque de erick y después giré sobre mi mismo, tratando de golpearlo, Erick logró evadir mi golpe, le pasó rozando el vientre. Casi instantáneamente, él, levanto su espada haciendo un arco que iba desde su flanco derecho y caía veloz y potente, con la intención de asestar un duro golpe en mi cabeza... Ese pudo ser el fin, pero logré recibirlo con una patada frontal, la cual lo sacó de equilibrio y obligó a que fallara. Asesté un golpe con el largo mango del hacha en su pierna izquierda, cayó sobre su trasero, inmediatamente después de darle el golpe en la pierna, dejé caer mi hacha con toda potencia posible, el bloqueó con su espada, la hoja de madera quedó a un par de centímetros de su cuello.

-te gané- grité emocionado, él sólo hizo una mueca de incomodidad y desprendió un leve quejido. Tiró una patada a mi pie derecho, provocando que yo también cayera.

Ambos giramos rápidamente a tomar nuestras armas y nos reincorporamos a toda prisa, fui yo quién se levanto primero, pero al levantar mi hacha perdí unos segundos, que normalmente eran nada, en los momentos de batalla eran una eternidad. Erick corrió con su espada en la mano derecha, salto apoyándose en un par de cajas y mientras caía junto a mi lanzó una estocada directo a mi pecho. El penetrante dolor me sofocó y me tiró, quedé tendido de espaldas, sin aliento, acabado y Erick, sin aliento, en cuclillas junto a mí. Lo único que recuerdo fue que después dijo.

-wee, perdón, pero la neta, ni estaba tan buena-

-si no estaba tan buena ¿por qué se supone que me la bajaste?- le contesté dolido del pecho.

-ok, igual y sí estaba bien buena- dijo y soltó una carcajada.

-que te devore un vampiro, pinche ojete-.

Esa maniobra Erick la llamó la caída del aracnido, la cual la perfecciono a tal grado de que se convirtiera en su arma maniobra más poderosa en batalla.

Mario por su parte era el más analítico. El estratega por excelencia, siempre pensaba antes de atacar, h sólo comenzó a participar en los duelos después de haber visto muchas peleas entre Erick y yo. Una tarde. Después de haber preparado la cena, Mario decidió entrenar contra Erick, Mario había peleado contra mí un par de veces, siempre ganando, pero nunca se había enfrentado a Erick, y esa sería la primera vez en que pelearan, me puse en primera fila, vi que Erick tomaba un intentó de katana que había fabricado un mes antes y que se había convertido en su arma preferida. Por su parte Mario tomó 2 dagas con hoja curva que el mismo había fabricado, de hecho casi todas las armas de entrenamiento habían sido fabricadas por Mario.

Erick se plantó frente a Mario levantó su espada y comenzó a arremeter contra el rubio. Comenzó dando múltiples tajadas en un intento de golpear a Mario, el tipo bajito a comparación de Erick, se mantenía estático en el lugar donde se había posado desde un principio sólo dejaba esa posición para esquivr  las estocadas que lanzaba Erick. Después de uno o dos minutos en los cuales Erick lanzaba tajadas y estocadas y Mario sólo se dedicaba a esquivarlas y desviarlas con ayuda de sus dagas. Hubo un momento en el que Erick se desesperó y comenzó a moverse más de la cuenta, le tiró un codazo a Mario, después de dar una fallida estocada, Mario se desequilibrió Y cayó de rodillas, rodó para alejarse del alcance de Erick, pero era tarde, Erick ya había brincado, su estocada final era inevitable, Mario se levanto como de rayo, había quedado justo al alcance de la estocada de Erick... Pero Mario giro sobre si mismo, adelantandose a Erick, salió del alcance del muchacho moreno y quedó frente a su espalda y un segundo después, lanzó una estocada a esta, usando una de sus dagas de madera. Acto seguido, poso la daga restante en torno a la garganta de Erick.

-te gané- cantó Mario en un tono de plena victoria.

Era la primera vez que veía como Erick perdía un encuentro... Considerando que casi todos habían sido contra mí. En adelante mario solía practicar con nosotros una vez que terminaba de preparar la cena, rara vez perdía ante mí y contra Erick tenía una racha de igual victorias que derrotas. Giro de ángel, era el nombre perfecto para un sujeto metrosexual chaparro, bueno ¿a quién quería engañar? envidiaba a esos 2 desgraciados. Erick solía estar muy callado cuando perdía ante mario y yo, yo solía estar mal humorado. El hecho de no ganar casi ningún jodido encuentro era frustrante, ganaba un par por descuido de mis oponentes o por que no estaban al 100% de su fuerza.

Yo sólo practicaba, no era el mejor con espadas o dagas, pero encontré mi arma predilecta entre tantos combates. Las armas pesadas eran mi fuerte, las blandía con mucha facilidad, en especial las hachas, con ayuda de Mario me fabriqué una estilo bulkeman bastante resistente, larga y dura.

Un día nos tocó un encuentro a Erick y a mí.
Erick tomó su "katana", yo me armé con mi hacha. Tenía una racha de 3 semanas de derrotas ante el sonriente moreno.

-comienzo a cansarme de patear tu trasero todos los días-

Mario nos miraba y se reía, siempre hablábamos mucho antes de la pelea. Pero ese día estaba muy frustrado, demasiado como para intentar fanfarronear. Así que me limité a afirmar con la cabeza.

El combate comenzó, me avalancé contra erick con la cabeza de mi hacha por delante. trataba de acabar rápido, no me permitiría que Erick tomara ventaja de su velocidad, pero erré, con un raudo movimiento esquivó mi embestida, se posó a mi lado izquierdo y lanzó una estocada, logré esquivar y al hacerlo le sonrajé un golpe en la nariz con el extremo opuesto del hacha.

-eso dejará montón- gritó Mario riendo.

Erick se desorbitó con el golpe y se descuidó aún más con le intervención de Mario, era época momento para acabarlo. Hice una parábola con mi hacha, desde el extremo derecho hasta su cabeza, que se encontraba al extremo izquierdo. él se apartó, blandío su espada y me descargo un fuerte golpe en mi hombro derecho, solté el hacha, me empujó con una patada, me tiró y me hizo rodar

-¡TE TENGO- oí gritar a Erick

Traté de incorporarme, era tarde, Erick ya había saltado para asertarme su golpe final. Veía la figura de Erick acercarse hacía mí, en un arranque de adrenalina, me levanté como de rayo, lo embestí, él soltó su espada, caímos en seco sobre la hierba del patio, me levanté rápidamente, ahora era una pelea mano a mano. "valió verga", pensé, el era mejor peleando, pero una idea me acogió, una vez de pié, corrí hacía Él y lo sujeté con un abrazo, le tiré un cabezaso lo desorbito, pero no sólo el, yo también quedé algo confundido, pero no cedí mi intento, sin apartarme de el comencé a golpear su cara, con un frenesí tremendo.

-¡BASTA!- gritó Mario mientras me separaba de Erick. él comenzaba a sangrar de un pómulo. Y yo, perplejo, me quedé junto a ellos.

-Weeeee- me dijo Erick

-perdón, perdón, perdón, perdón- dije angustiado.

-me ganaste- me contesto Erick con una especie de sonrisa. En adelante supe que para tener una oportunidad debía acercarme lo suficiente a ellos...

Ingenuidad

Pese a que he aprendido tantas cosas, aún soy un ingenuo.

es que, tristemente, aún creo en los posibles desenlaces felices, aunque sepa que no aplican en la realidad. Aún soy muy ingenuo, quiero pensar que mañana, cuando despierte, todo mejorará, que todo será como antes.

Sí, debería abrir los ojos y actuar como lo normal... Normal, claro, nunca he creído en verdad lo que digo abiertamente, nunca he creído que el mundo se rige por desgracias, siempre, siempre, he dicho las cosas con pesimismo, pues creía que el etereum daría un ostentoso giro y lo malo, sería bueno... Y lo bueno, sería mejor...

sábado, 13 de abril de 2013

Dormido en el limbo

IX.- Deseo

Mi cara sólo expresaba incredulidad y frustración, nunca los había visto como tales, siempre se habían presentado como un eco bamboleante dentro de mi cabeza, me daban opiniones que nunca había pedido, me regalaban intrigas y dudas,  planteaban caminos diferentes a los que ya tenía en mente, me empujaban y retaban para que realizara muchas acciones. Disfrutaba de jugar con mi mente, la retorcían, la apretujaban, desgarraban, cada atisbo de cordura en ella para después, descomponera en pequeñas partículas de locura. Pero sólo como unas banales voces que a veces podía ignorar, pero verlos ahí, a los 3, mientras me miraban... Seguro había perdido la razón, tal vez no era una realidad, sólo mi delirio mientras creaba esas situaciones, pero ¿por qué?.

-te diré porque- comentó el sujeto de cabello extremadamente corto, portador de la chamarra de mezclilla -por cobarde, por idiota, por e...-

-¡BASTA!- grité furioso, la expresión del sujeto (¿O sería "mi expresión"?) formó una sonrisa de oreja a oreja, siempre había disfrutado de atormentarme, de encararme su siempre acertada razón, siempre me había descompuesto.

-vaya, vaya, el nene se enojó, que desastre, ahora no podré dormir sin su amistad- me contestó

-calla, se supone que deberíamos ayudarlo- comentó el "yo" de playera roja, el sujeto era exactamente igual a mí, o al menos a como me veía yo, un tipo corpulento, alto, pero en sus cafés ojos resaltaba la curiosidad, la gran arruga que portaban en la frente era notoria, las cejas impares, los grandes cachetes, era verme exactamente al espejo.

-¿ayudar? ¿A este inservible saco de mierda? No tiene sentido- replicó el sujeto de la chamarra, en un tono gélido.

-¡ya!- dijo tajantemente el yo de la playera roja -no ayudas-

-ya te dije que no tiene caso ayudar a este imbécil- le respondió a el sujeto de rojo, acto seguido se giro a mi y gritó -¡COBARDE!-

-¡BASTA, HE DICHO!- grité tratando de imponerme -¿¡CON QUE DERECHO VIENES A ACUSARME DE COBARDE!?-

Mi "yo" portador de la mezclilla me plantó un golpe entre el pómulo izquierdo, el ojo izquierdo y la nariz, me derribó

-¿al menos sabes donde putas estás? pinche inútil- comentó, con un tono despectivo, me limité a negar con la cabeza. -¿no es un genio el señorito?- les preguntó retóricamente a los otros 2.

-¿donde está?- preguntó el de la camisa color vino, que había permanecido en silencio, mientras jugaba con el risado cabello negro

-¿quién?- dije mientras gastaba energía al tranquilizarme.

-ella- me comentó tranquilo

-¿Diana?- pregunté casi en automático. El "yo" de cabello largo arqueó una ceja en signo de extrañeza para después crearse una sonrisa (se que se oiría muy egolatra y narcisista pero me encantó mi sonrisa)

-sí, Diana- comentó con una voz un tanto castrante.

-abajo, se asea, ella qué?- pregunté extrañado.

-ya sabes quién es ¿no?-  volví a negar con la cabeza. Una patada directa a mi estómago me hizo caer por completo en el piso espero del cuarto, cuando me recuperé me di cuenta que la había dado el de mezclilla.

-¿como podría saber quién es?-

-recuerda, arriba, allá la conociste- me dijo el "yo" de cabello largo mientras se acercaba a mí y alejaba al sujeto vestido de mezclilla -¿no notas algo que te provoca? ¿algo que te de un más hacía ella?- me dijo cuando se encontraba muy cerca a mí.

No lo había pensado, la chica me daba seguridad, fuerza, necesidad de seguir, aunque en un principio me dije a mí mismo que no me importaba quién fuera, había pensado en su identidad mucho tiempo, quería ayudarla y quería ayudarme... Puede que tal vez me atrajera un poco, pero no la veía de una manera en que quisiera hacer algo con ella. El "yo" bocón que usaba la chamarra se reincorporó En la conversación

-claro que sí, siempre lo ha notado. La deseas- dijo con una sonrisa burlona.

Aquello era una mentira, otra broma, otra jugarreta de ese idiota, no loa veía de tal manera... ¿O sí? No había pensado en eso, o al menos no propiamente hasta ese instante. La duda se apoderó de mi mente, en realidad ¿como veía a esa chica? Esos rasgos presentes en su cara, que más que raros, los encontraba interesantes; sus afiliados dientes, que probablemente eran mortales, encaramaban su extraña belleza; sus amarillos ojos mostraban una puerta a un alejado y misterioso mundo inexplorado; su delicada tez plata y sus numerosos lunares me activaban como una pequeña flama a una pila de hierba seca; su irregular voz absorbía toda mi atención; su esbelta pero curvada figura que te invitaba a la imaginación y su largo cabello del color de la oscuridad coronaba aquella irreal belleza... Por primera vez me lo pregunté ¿La deseaba? Y los pensamientos se fueron tejiendo con otros considerando aquella idea...

Pero con aquella idea también llegó otra a mi mente. unos ojos café claros y con ellos se fue formando una imagen; una ondulada y linda melena  castaña ( pareció que esa imagen llevaba el olor a cuestas, ese exquisito olor); una respingada y arqueada nariz, que era de poco agrado para mí, pero que no la imaginaba de otra forma; unas mejillas lindas; unos labios rosados que en el más mínimo movimiento podían formar una sonrisa; su cuerpo, que si no era el más delgado, era la combinación perfecta entre curvas y líneas, de esos cuerpos que mantendrías en tú mente gran parte del día; su piel, tersa, una deliciosa amalgama entre el blanco y el rosa, generando un tono crema, tan propenso a tornarse a un precioso y contratante color carmín; y su cuello perfecto, ardiente como una aglomeración de estrellas combustiendose a escasos kilómetros entre ellas.

Ambas imágenes se mesclaron en mi mente, daban apertura a consideraciónes extensas. Una voz garrasperosa, grave y profunda habló a mi oído "la deseas" me dijo. Negué. Atentamente con la cabeza y solté un grito a todo pulmón.

-¡NO LA DESEO!- retumbó a través de la habitación.

-mentiroso- comentó el "yo" cruel.

¿La deseaba? Me pregunté por segunda vez, y ambas imágenes volaron en mi cabeza... Tal vez, el asunto no era si la deseaba o no, si no ¿a quién? A la intrigante mujer pálida que conocí en la fosa, o a la preciosa castaña que había conocido el tiempo normal.

Reflexione... Y me negué a desear a alguna "claro que sí" me susurró la misteriosa voz. Un grito más desesperado que el anterior salió de mi.

-Miguel, que os pasa? Tío que me haz hecho aterrarme- me dijo Diana ala entrar a la habitación con su túnica bien sujeta -per ¿con quién habláis? ¿Por que haz gritáo?- msj preguntó confundida.

Al mirar en derredor nuestro no había rastro de los otros, sólo ella y yo en la habitación

miércoles, 10 de abril de 2013

Antes

Hola ¿me recuerdas? Tal vez no, pero yo te recuerdo perfectamente, tus risas, tus lágrimas, tus rabietas, tus sonrisas... Tus amores. Te miro y te siento tan vivo, aquí, casi siento que puedo tocar tu cabello (aunque no te gustase), que puedo sentir tu calor, a mi ladito, que puedo oír tus ocurrencias como si estuvieran vivas.

Aún te recuerdo, y no me gustaría olvidarte, aunque ya te hayas olvidado de mí. eso duele, pero no es tan triste como el hecho de que tú, eres quién no me recuerda.

¿Como que "¿quién soy?"? ¡Oh! Siento muy raro, pero tienes razón ¿como vas a saber quién es alguien, de quién ni siquiera te acuerdas? Es... Curioso, los sucesos que acompañan tú camino, lentos, fluidos, cálidos y al mismo tiempo turvios, troncos, fríos.

De ese frío que hela cada hueso de tu cuerpo, ese frío que sólo lo regala el olvido.

Y está misiva te la regalo hoy, en tú presente, para que nunca me olvides, para que mañana, logres tus cometidos, para que tengas un perrito.

Atte. El pasado

lunes, 8 de abril de 2013

Una cría de perro

Capitulo 1.- años atrás

Hace 4 años mis padres murieron, o mejor dicho fueron asesinados, en uno de los macabros ritos de los vampiros, el llamado jarrón goteante. Una práctica en la cual los padres de familia eran llevados en decenas a "el jarrón", un estadio o algo por el estilo donde los padres eran desangrados y su sangre era usada para alimentar a las filas de los dueños de la oscuridad, como se habían autodenominado los vampiros.

A Erick le había pasado lo mismo y ambos fuimos a parar a la calle.

Un día, poco después de haber perdido a mis padres, vagaba por una plaza cercana a la que fue mi casa (al momento de morir mis padres, el dueño del condominio, un viejo huraño llamado bosco silver, me echó de el pequeño departamento en donde vivíamos, que porque ya no tenía con que pagar... No se aceptaba la sangre de menores de 18 como pago para nada, era mal visto a ojos de los vampiros que se podían considerar benevolos, los líderes de los amos del crepúsculo).

Era los únicos rincones que conocía y me aterraba alejarme de ellos, mientras vagaba sin rumbo un grupo de seis chicos crearon un círculo en torno a otro chico, tras un segundo comenzaron a gritar y a moverse bruscamente, entendí lo que hacían y con fiero ímpetu me lancé contra el círculo para dar patadas, mordida y puñetazos al aire, esperando que alcanzarán alguno de los objetivos. Nunca supe la duración exacta de la confrontación, yo la sentí extremadamente fugaz.

Me movía tan rápido como podía, al entrar al círculo pude asestar una patada en la espalda del tipo más alto del grupito, quen se dobló mientras dejaba escapar un grito de dolor, ya incorporado completamente en el círculo solté patadas, guantazos y puñetazos a diestra y siniestra... Pero un golpe lanzado por los montoneros me cayó directamente en el estómago, tras ese, un duro golpe directo a la nariz, que me desorbitó y me hizo caer de espaldas y me provocó tirar al otro chico, el, cayó sobre mí y después de eso sólo vinieron patadas y golpes que caían por todos lados

(...)

Desperté poco antes del crepúsculo tan adolorido por los golpes, que me costaba moverme. Me quedé ahí tendido boca arriba sobre el frío y aspero pavimento de la plaza; miraba al cielo opaco y nublado, el eterno cielo de los vampiros. Un rato después comencé a sentir mis extremidades pero aún no me quería mover, me dolía demasiado. En mi vida había peleado con alguien y mucho menos me habían sonrrajado paliza como la que me habían dado. Estuve 3, 5, 10 y quince minutos tumbado a la merced de quién fuera, me percaté que ya no llevaba zapatos ni la mochila donde guardaba la poca ropa que pude sacar de mi antiguo hogar.

Un par de viejos y sucios tenis cayeron a escasos centímetros de mi cara.

-fue lo único que pude conseguir- dijo una cansada y quejosa voz -¿estás loco? ¿que pensabas al arrojarte sobre esos patanes?- hizo una pausa pensativa -pero gracias, dicen que la intención es lo que cuenta- y se echó a reír.

Aún no había visto bien al chico. Este se acercó a mí y me tendió una mano que a dolorosos esfuerzo tomé y use para levantarme. El chico de tez levemente morena tenía el ojo derecho inchado y el izquierdo amoratado, la boca sangre y se presionaba el abdomen con la mano izquierda. Era un poco más alto que yo, me sacaba no más de cinco centímetros, su cabello era negro, largo y muy alborotado; Tenía una complexión atlética  Y su cara no era muy descifrable por lo molida que estaba. Me sonrió dejando al descubierto sus dentadura, a la cual le faltaban un par de dientes.

-¿donde vives? Te acompañaré.
Guardé silencio y negué con la cabeza. La sonrisa del chico se apagó.

-¿el jarrón, reclutamiento o retribución?- me preguntó

Esos eran los 3 ritos más conocidos de los vampiros y los que involucraban a humanos, el reclutamiento era cuando los vampiros tomaban muchachos y les reclutaban para ser assasins, humanos mejorados genéticamente para detener sublevaciones de otros humanos. Y la retribución se daba cuando tomaban personas como granjas de sangre, para las tropas vampiricas.

-jarrón- comenté con voz triste.

-¿tienes donde quedarte?- negué con la cabeza

-soy Erick, ven- me dijo mientras comenzaba a caminar. Tomé los tenis, me los puse y lo seguí... A muy duras penas.

-soy Alan- comenté con tímida voz.

Esa noche fue cuando conocí a Erick, me llevó a una vieja casona abandonada y lugubre a las afueras de sangrarria, la casa estaba oscura y descuidada. Era de dos pisos, nadie hubiera querido ir ahí, y con los vampiros mucho menos. Aquella casona de madera era muy intimidante, tenía cierto estilo de película de terror, la duela del piso crujiente, humedad en todas partes, oscuridad envolvente y silencio absoluto. Era una de las casas en donde no entrarías ni por un millón de condes, porque sabías que terminaría como una de esas viejas películas de terror que hacían los humanos antes de que los vampiros tomaran el control.

Entramos a ella, Erick se veía muy seguro, adolorido pero seguro y yo, aterrado de pies a cabeza, pasamos por el vestíbulo y la sala de estar todo oscuro, no se divisaba ningún detalle, sólo un resplandor al final del pasillo, luz?

Llegamos a lo que era la cocina, luces de velas la iluminaba y otro chico ahí, frente a una cacerola, cocinando.

-Diantres, sólo había para preparar 2 platos de caldo Erick- dijo el muchacho, un chico no mayor que yo, un poco más bajo que Erick, puede que de mí estatura, su tez la tenía clara y cabello rubio, sus pequeños ojos de una tonalidad verdes, penetrantes; tenía una cicatris que atravesar verticalmente su mejillas izquierda, desde su parado a su barbilla; una nariz respingada y sus delgados labios alojaban una sonrisa. Tenía un cuerpo delgado y no muy atlético, y vestía ropas gastadas como las de Erick. Un huérfano más.

-no hay problema, mario, no creo que sea muy difícil compartir un poco, o sí?- dijo Erick molestosamente, por culpa del dolor que sufría.

-claro- convino mario. Esa noche cenes y me quedé con Erick y Mario, ese tiempo se torno en 4 años en los que fuimos los más grandes amigos.

(...)

En los siguientes años todo cambió para bien, Erick y Mario tenían un sueño, que sí bien era raro, era muy viable, convertirnos en vampiros, enlistarnos en sus tropas y así terminar con una buena vida, tratar de cambiar un poco el punto de vista de los vampiros, para ayudar un poco a los humanos "ayudamos a los humanos, no seremos los típicos vampiros crueles que abundan en las calles, en lugar de causar miedo, seremos respetados y ayudaremos a los demás" nos repetía Erick todo el tiempo. Era el más optimista de los 3, y con el pasó del tiempo se arreció, no sólo su carácter, sino también sus facciones, pero nunca dejó el optimismo.

Se convirtió en un sujeto alto, su cabello lago y negro, mucho más fuerte que antes y hábil en pelea, poseedor de unas cuantas cicatrices, en su boca una atrabezaba su labio inferior, haciendo un ángulo de 45 grados en torno a este, y otra en el tabique de su nariz; sus ojos marrones casi negros y su tez ligeramente morena no habían cambiado mucho, pero sí sua miradas y expresiones, además de su cara y cuerpo, ahora era un buen aspirante a vampiros.

Mario y yo no éramos tan optimistas en cuanto al tema de volvernos vampiros, eran asesinos, monstruos fríos que buscaban sangre y propinas miedo a los humanos para mantenerlos a raya. Mario era el más analítico de los tres, con el pasó del tiempo comenzó a tener mejor cualidad para contemplar cada probabilidad y sacarle el mejor provecho. El también había cambiado. Facciones y mentalidad, todo el era nuevo en cierto aspecto.

Su cabello rubio lo mantenía corto, su cicatriz de la mejillas izquierda seguía ahí (se la había propinas un vampiros cuando Mario se interpuso entre su madre y el) nunca dejaría que desapareciera; sus ojos verdes ahora eran un foco de análisis, desconfiaba de casi todo, a excepción de Erick y yo; su delgada figura se había tornado y aunque no era el más rápido (ese era Erick) o el más fuerte (ese era yo) era el que tenía mejor técnica y habilidad. Sin mencionar que era el más pequeño de los 3, había crecido a penas 10 centímetros desde que llegué con ellos.

Yo también había cambiado tanto en mente como en cuerpo, no creía que convertirnos en vampiros fuera la mejor solución, pero aceptaba que era viable, aunque no estuviera contento del todo, también desconfiabajo de lo mucho que podría cambiarnos.

Me había vuelto más delgado y fuerte, era el más alto de los tres le ganaba a Erick por un par de centímetros una cicatriz en mi frente me acompañaba desde mi primer encuentro con Erick; me dejaba mi negro cabello largo, sinceramente no podía escribirme más, sería necio y tonto. Esos éramos nosotros, Erick gustaba de llamarnos los 3 mozqueteros, eran personajes de un libro viejo. A Erick le gustaba mucho la vieja literatura humana, yo tenía un cierto gusto por el viejo cine y mario por el teatro humano, sí, éramos unos raros

domingo, 7 de abril de 2013

Si muriera mañana

Si muriera mañana, sinceramente no creo que fuera duro el golpe, como cualquier individuo del universo, soy prescindible, que más da un tonto humano menos en el planeta, ya fuese, enterrado 3 metros bajo el escombro o cremado, no cambiaría mucho. Tal vez un par de entes me llorarían y por un tiempo me echarían de menos, pero el luto es pasajero, no puedo esperar a que me lloren durante el resto de su vida, no sería justo... Y no es lo que quiero. Si muriera mañana, recuerda lo que viviste ayer conmigo y goza lo que vives hoy conmigo.

si muriera mañana, trata de no llorarme tanto, las lágrimas son necesarias, pero no obligatorias, llora todo lo que necesites y después, recuérdame y ríe, por mis malos modos, por mis groserías, por mis ocurrencias o simplemente, por tu ingenuidad al aceptarme contigo, pero si ya me lloraste una vez, no lo hagas de nuevo.
Si muriera mañana, recuérdame un tiempo y luego olvídame. Será mejor, será simple y tranquilo, será lo que quiero.


y así, queridos lectores, si hoy tuvieron un mal día, no se preocupen,
mañana pueden tener uno peor.
MIGUEL YAHIR CÁZARES SOLORIO
MYCS



Una cría de perro

Prólogo

... Erick y yo corríamos despavoridamente entre los callejones de nova sangrarria, a penas logramos llevar un buen paso, el miedo e incertidumbre nos llenaban a ambos y tras de nosotros una voz chillaba vociferando majadería y media, que a cada grito se acercaba más.

-CORRAN IMBECILES, EN OCASIONES ME GUSTA JUGAR CON MI COMIDA- gritaba la voz atrás de nosotros y a cada zancada que dábamos la sentíamos más próxima.

Mi nombre es... O era, alan, acababa de cumplir los 17 años y era otro humano tonto, huérfano, aspirante a grandes cosas, igual que mi amigo Erick. Erick, quién había vivido conmigo (o yo con el) durante los últimos 4 años, estaba a punto de cumplir los 18.

El y yo éramos, más que amigos, hermanos de un mismo triste destino... orfandad.


y así, queridos lectores, si hoy tuvieron un mal día, no se preocupen,
mañana pueden tener uno peor.
MIGUEL YAHIR CÁZARES SOLORIO
MYCS

viernes, 5 de abril de 2013

A media noche

A mí cruel, odiosa, hermosa y amada niña

Descansa mí niña,
Ojitos de cristal,
Espero, en mis sueños,
Poderla encontrar.

Pues grito a mares,
Esperando tú silueta,
Mirando tantos lugares,
Buscando paz a mi alma inquieta.

Pidiendo a esa mujer,
Poder besarla de nuevo,
Conservar su querer,
Porqus hoy, sólo espero

Toparme con su pelo,
Con su perfume, su sonrisa,
Su ser, hermoso y perfecto
Que mis tejidos eriza.

Y aquí estoy, a media noche
Esperando un fugaz encuentro
Y guardaos con mi broche
Sin importarme el desvelo.

Y aquí estoy, a media noche
Queriendo encontrar tus besos
Sin buscar ningún reproche
Sólo tus labios bellos.

¿por qué no empezar de nuevo?
No quiero irme al olvido,
Mostrarte que aún soy
Lo que desde siempre he sido.

Sostener tus delicados huesos,
Enredarme en tus cuerdas vocales,
Contener todos esos besos
Que un día olvidaste darme.

Pero ahora, mi niña, duerme, descansa
Y sí es posible sueña conmigo.
Y ahí, entre sueños, dedicarte un par de alabanza
Y poder encontrarte, en cualquier maldito camino.

Y al encontrarte, solo te querré ver,
Podré tenerte de nuevo y estaré contigo,
Seré tuyo, porque de ti, nunca dejé de ser
Y me quedaré así, feliz de tenerte conmigo.

...

Más, por lo pronto, camina,
Por que dejaré de buscarte,
Tal vez un día, mi niña,
Tenga la suerte de encontrarte.

~mientras, esperaré... Un tiempo~


y así, queridos lectores, si hoy tuvieron un mal día, no se preocupen,
mañana pueden tener uno peor.
MIGUEL YAHIR CÁZARES SOLORIO
MYCS