miércoles, 20 de julio de 2016

Desgraciadamente no es un cuento

Me levanto de la cama y a penas puedo permanecer despierto, me repito dieciocho veces que no extraño a nadie, a la decimo tercer vez me lo creo, las ultimas cinco solo son para reafirmarlo. Lleno un vaso con agua, la derramo, mientras intento limpiar mojo mis calcetines, te odio, lo pienso mientras deslizo enérgicamente un trapo por el piso. Me rquito los calcetines y trago el agua tan rapido como puedo.

Mi tos destroza la paz de la noche, y rechino los dientes y aprieto los puños y me muerdo el labio mientras regreso a la habitación en una penumbra que hace un par de años no me hubiera dejado siquiera retirar las cobijas. Son las dos de la mañana, de un tiempo acá la mitad de mi vida es a la luz artificial de una pantalla en medio de  la terrible noche que debora mis esperanza, deseos  e ideas.

-Dioses, quisiera estar loco - acabo de ver "amelie" me tiro al colchon y mis cosas salen volando, mi guitarra golpea contra la pared y los sonidos inesperados caen como la llovizna que pega contra la ventana. La disonancia me golpea los huevos, ilumino el techo blanco (sí, como el albur) con la pantalla de mi celular, los ojos me pesan cada vez más y las manchas amorfas me regresan a mi sueño previo a la siesta matutina.

-Dioses, soy tan normal, tan simple que no puedo solucionar mi vida, pero soy tan ingenuo que intento hacerlo con la de los demás... Creo que no va a funcionar.

"no funciona vagar por la vida con el pensamiento de como cambiaría si hiciera tal o cual cosa para esta mujer que amé o para este tipo que dejó de hablarme hace ya 4 años. -Me sumerjo cada vez mas en el sueño y me vienen imágenes comunes, como una pelicula llena de clichés, incluso más que esta lectura en la que pierdes el tiempo - mientras avanzaba la pelicula me enamoré de amelie, hacia años que no me enamoraba de nadie. Debió pasar casi toda la cinta para darme cuenta que no importaba, igual nunca la enamoraría yo.

La sombra acaricia mi pelo, me intenta dar consuelo, aunque sabe que no lo logrará, nunca lo logra. me siento extraño cuando la comienzo a contemplar real. Me aterro y me cobijo para no dejar ninguna parte de mí sin protección.

-No me Interesan los detalles, pero puede que sí sea como ella, me aterra vivir, me aterra

DzzzzZZZzzZzZzZ.... CLAP! Doy un fuerte manotazo contra mi oreja izquierda y el sumbido se apaga. Me rasco el roztro, el brazo y una nalga, supongo que es costumbre.

- Me aterra... Qué mas me aterra? Hay tantas cosas que podría llevarme la noche escribiendo y no pondria ni la mitad- DzzzzZZZzzZzZzZ -no he ayudado a nadie pero me preocupan todos, de una u otra manera, hasta tú, sombra mía. incluso me preocupan mis pesadillas, Es que, si dejara de tenerlas, ¿a donde irían? ¿Migrarian a la cabeza de otro pobre imbecil a atormentarle en mi lugar? Tal vez vagarian pos las nubes en la espera de dejar de ser pesadillas, tal vez tambien quedarían olvidadas y solo se volverian sombras, como tú, como la caricia que le das y dabas a mi cabello cada que me siento mal.

DzzzzZZZzzZzZzZ... CLAP! Ajusticio mi cuello,  de nuevo desaparece el zumbido hasta dentro de unos minutos tal vez.

-ni siquiera soy bueno (o malo) para deshacerme de un mosquito - y me rasco el pecho. Con el celular ilumino mi librero, mis ojos, cada vez mas pesado no descifran bien las letras en los lomos de los libros. DzzzzZZZzzZzZzZ.

-PUTAMADRE!- Balbuceo furioso para no despertar a nadie. Y siento el viento que alteran las alitas como si se tratara de un ciclon.

La ira me recuerda que te odio, no a ti, a ti te amo por leerme, pero a ti, a ti sí que te odio. Por  que me lees furtivamente o por que yo imagino que lo haces. Por no dar credito a todo lo que fui.

DzzzzZZZzzZzZzZ... CLAP! TACK! Estampo mi mano contra mi cara y esta estampa mi cabeza contra la pared. Me da vueltas todo y la sombra me sova la nuca. Arrastro mi mano sobre mi cara, con el dedo indice me traigo el cadaver del mosquito.

-¿Quién lo diría? Sí soy lo suficientemente malo.

En mente le hago un funeral, lo meto a una pequeñísima caja de madera y la dejo que navegue en la pila del patio; con mi encendedor zippo, que me ayuda a ser más pretencioso la incendio. Y silvo una tonada funebre para que su alma descanse, ya no hay zumbido. Ni pensamientos sobre amelie, ni palabras para continuar la platica con la sombra o contigo. Disculpame, es que mañana me levanto a las ocho y ya son las tres con treinta. Ya me quedé dormido.