sábado, 13 de junio de 2015

refractar la reflexión.

a veces (siempre) me gusta 
darme ánimos a mí mismo

en el transcurso de las semanas me puse junto a un espejo. me quedé embobado analizando la imagen que captaron mis ojos, lo grotesco, lo triste, lo abandonado que parecía. zeus, incluso a mí me dio pena aquella estampa. Después, para reconfortarme, me giré hacia el espejo, miré mi reflejo, aproveché para darle orden a mi cabello y seguí mi camino.

domingo, 7 de junio de 2015

¿Coincidir?

Somos lo patético del no ser. Esos pendejos que se encuentran en el mismo lugar haciendo lo mismo, con la misma intención pero sin coincidir en el mismo momento. Puede que nos estuviésemos buscando sin querer, ¿que culpa tendríamos? Nos aferramos toda una eternidad y de repente no dábamos el dar pie. ¿Por qué? Sabrá Odin, en una fría suposición digo que nos evitabamos dolores, o incomodidades o ese sentimiento nostálgico que hace que te tiritén los huesitos de la muñeca por pensar en esa cosa inexistente que a los mortales les gusta llamar pasado.

Así, la verdad, ni es importante. ¿Como sería? Si el mundo te ha dicho que es difícil coincidir. Hasta algún cabron escribió una canción sobre eso: "tantos tiempos, tantos mundos, tanto espacio..." much, pendejo. En mis pocos "años" de vida (a parte de no acordarme de ser menor) no he conocido otro tiempo como tal, conozco el ahora, a veces me dicen que hubo un antes y que existirá un después, pero sigo sin darles crédito. puta, incluso no puedo juntar palabras para poder contar algo si no les doy un tiempo específico. Mucho menos he conocido mundos diferentes, solo mi pequeño universo con el que tan a huevo cargo; y el espacio? Bueno, mis ojos no ven ni escuchan nada mas allá de lo que pueden, entonces nadie me asegura que al darme la vuelta o alejarme un poco todo lo que no siento se desaparece de este micropedo que me cree.

Coincidir no es difícil, he coincidido con tantos entes en tan poco tiempo que me hastió la idea de cruzar tantas miradas y tener que fingir tantas sonrisas que lucían tan pendejas. Pero a veces el no hacerlo... Eso sí es lo cabron.

Escuchar la misma música, leer los mismos libros, frecuentar el mismo café, reír de los mismos chistes, olvidar las mismas cosas y todo eso sin coincidir, eso sí que es un logro.