lunes, 29 de abril de 2013

Aún soy niño

ayer fui niño ¿saben? ya no siento que haya sido niño, pues digo, entre las preocupaciones por que universidad es mejor para mí... no, perdón. las preocupaciones de si saldré o no de la prepa.

sí, hace ya muchisimos años que cuando veía acercarse estas fechas, moría de ansiedad, de necesidad, de emoción por ser niño, pero al mismo tiempo, mi desesperación por crecer era inmensa, tenía tanto ímpetu en la sangre, me vibraba la necesidad de ser mayor, po una u otra razón... necesitaba ser mayor, madurar, encontrarme en un lugar mas alto en comparación a los que podía asesar  en ese momento...

QUE TONTERÍA!!

digo, la vida era perfecta, tranquila, las preocupaciones eran tan banales como: dragon Ball comenzó desde el principio de nuevo. o, diantres, mi mama se enojó de nuevo porque me quedé jugando en las maquinitas de nuevo.

digo, nunca tuve un mundo de amigos... de hecho, nunca tuve amigos como tal. mi vida era estar siempre en mi casa, tal vez por eso me invente una compañía un tanto rara, pero que mas da, mi infancia a pesar de todo fue muy feliz, sí, tarde es cuando atesoro eso... pero digo, mejor tarde que nunca ¿que, no? el punto aquí es que puede que me haya precipitado a querer crecer... ¿por qué? por el simple hecho de que crecí sin madurar, sí, se que es muy estúpido, pero es la verdad, puede que si hubiera madurado conforme crecía, no estuviera en estos embrollos (lo sé, quien dice embrollos en esta época?)... pero piénsenlo  hace mucho mis papás me dijeron; "un día querrás volver a ser niño".

nunca había notado que tenían demasiada razón, hoy mas que nunca me gustaría ser un mocoso impertinente  e inquieto, pues al ser un niño, mi comportamiento podría ser un poco mas aceptado, pero he crecido, y aún tengo la mentalidad de aquel niño, tonto, ingenuo, picaron (la neta sí), confiado, enojón, aborazado, sonriente.

aquel niño regordete de cabello corto... con un intento de corte de honguito, el pequeño niño grande,
de ojos color miel, que siempre expresaban una rara chispa de felicidad y de tristesa. el niño cacheton, de piel rojiza, clara. el chico con nariz respingada y dientes un tanto chuecos, ese niño que creía en lo que la iglesia dictaba y en la magia, sin intentar encontrar una explicación racional o científica. con pestañas irreales que todas las personas chuleaban, ese niño, berrinchudo, que disfrutaba ir de short y que no le importaba el tipo de playera que llevaba.

aún soy ese niño... tal vez no en aspecto, pero aún tengo esa tenue esperanza en todo, en todos. aún puedo armar un berrinche por una estupides, aún puedo reir... pero ahora río con los que considero mis amigos, ahora puedo proclamarme como lo que ha quedado de mí... o será "¿lo que he logrado de mí?".

para terminar, sólo les tengo una pregunta: ¿aún recuerdan el/la niñ@ que eran? pensaran que sí, que es facil recordarlo... pero a mí me ha cosatado mucho trabajo... y, bueno, no se que tan fácil se les haga a ustedes.


y así, queridos lectores, si hoy tuvieron un mal día, no se preocupen,
mañana pueden tener uno peor.
MIGUEL YAHIR CÁZARES SOLORIO
MYCS

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