viernes, 19 de mayo de 2017

uno de mis grandes defectos es que soy un pinche vago que se la pasa valiendo verga... pero uno de los puntos fuertes de que esta mierda sea un blog es que nadie me puede arrear para que haga nada... por eso llevaba 4 meses sin actualizar esta mierda, pero mi excusa que obviamente a nadie le pinches importa pero igual la daré es que en los últimos meses he estado atareado tanto con mi libro (casi terminado y muy muy malo) y con algunas postulaciones para concursos o becas (de las cuales ninguna he ganado :'v). a pesar de eso si algo quiero hacer y estoy seguro (como con la música) es que quiero seguir con esto de la escribida y la idea es tratar de mejorar en la medida de lo posible para, al menos, ya no pensarme como un vato que tiene peor estilo que el de... ¿cómo se llamaba la morra que escribió las sombras de gray?

en fin me voy por las ramas, el punto aquí era que intentaré volverme constante (como si eso fuera posible) y volver a subir opiniones, tengo algunas pensadas, pero preparadas ni de chiste, mientras tanto subiré una que hice para alguna de las muchas postulaciones que envié.

sean felices :v

_________________________________________________________________________________Intentar describir la nereida sería una tarea titánica, tal es el caso que ni siquiera estoy seguro de haberla visto.

Quedé muy contrariado tras leer este curioso libro lleno de ingeniosos poemas en prosa, pues no estoy seguro si me gustó o no. De lo que estoy seguro, a ojo de buen cubero, es que los poemas son muy buenos. Hay una constante ilación entre ellos, a tal grado que, en momentos y cuando digo en momentos, me refiero a casi todo el bendito libro, dejé de sentirlos como poemas separados y lo vi como un libro íntegro, completo, uno que quería hablarme en conjunto y no como pequeños versos puestos aleatóriamente porque sonaban chido,  cosa que me ha pasado con muy pocos libros de poesía.

En general, admiro el libro por la forma en que Luis Manuel Pérez Boitel escribe, de las cosas que más me agradaron del libro es que está atiborrado de metáforas hermosas; se apoya de repeticiones que casi no molestan para darle un ritmo muy estable al libro, o al menos a la gran mayoría de él; trata una cantidad enorme de temas y de vez en cuando mete una que otra referencia del mundo del arte e general; juega con el vocabulario y lo cuida en todo momento, para mostrar la capacidad y el conocimiento que tiene de él; y todo esto, lo aprovecha para generar una sensación de redondez, un ambiente cíclico que se percibe cada que cambies de poema.

Pero estas razones son parte de lo que me disgusta del libro sí, sé que suena incongruente pero tiene sentido… creo, esa sensación de redondez a veces te pierde entre las páginas, uno se preguta ¿lo leí bien?, ¿algo se me escapó?, ¿hay otra forma de pensarlo? y bla bla bla; ese uso del lenguaje tan peculiar y raro, señores, perdón por ser tan ignorante, pero debo confesar que para la mitad del libro yo tenía que recurrir constantemente a www.google.com para buscar ciertas palabritas de las que no tenía la menor idea de qué carajos significaban, pues digo, si empiezas leyendo algo que aparentemente entiendes y de pronto te golpea en la cara un: “Transida por la ensoñación, fenece el ave sobre un árbol.”, puede llegar a molestar o a desanimar;  las repeticiones están muy bien puestas, pero pueden a cansar a aquellos desesperados que no quieren encontrar veintitrés “simular” seguidos; la cantidad de temas y referencias, me provocó que de plano no supiera a donde me llevaba el libro, bien dije que sentóa como si el libro entero me hablara, pero en su mayoría, usabaun idioma desconocido para mí; por ultimo las metáforas, aunque ya dije que son hermosas (y no me pienso retractar) a veces, entre el lenguaje rebuscado, la repetición  y el ritmo extraño, para mí no quedan más que una imagen potente, pero que me mueve, solamente, para decir “pero que bonito es esto”. Y no digo que todo sea malo, digo que tal vez, para un público menos clavado en la poesía, esto no sea del todo agradable.

Fuera de lo que me dis-gustó, me gustaría hablar de cómo cada poema tiene su formita específica, donde, si bien todos son prosa, cada uno tiene singularidades que los marca, algunos pueden ser solo enunciados enumerados y otros pueden ser historias enteras repartidas en capítulos o mejor aún UN JODIDO POEMA EN BRAILE, que no está perforado y viene con su interpretación, pero si solamente estuviera el braile, no pararía de decir que es lo más hermoso que he visto en  los últimos libros con los que me he topado.

Este libro lo tuve que leer dos veces intentemos no tomar en cuenta que decidí releerlo porque no se me ocurría que otro libro reseñar, además de que en los últimos meses, solo he leído cuentos o poemas sueltos y tenía el tiempo encima la primera fue a principios de febrero y la segunda, un par de días antes de la entrega de este texto. Y debo reconocer que la segunda vez fue muchísimo más fluida mi lectura, tal vez porque ya sabía para donde iban las ideas del libro o un poco porque tenía la urgencia de terminarlo.

Por ahora, creo que seguiré sin definir si me gusta o no. Es algo interesante, porque del libro, hay partes que las disfruté muchísimo, partes que las sufrí al punto de casi chillar como magdalena y partes que aborrecí por lo tediosas que me parecían. Estoy consciente de que no le puedo sacar el provecho total, pues, tal vez, no es momento para que lo lea y no me refiero a esa basura optimista de: “el universo te dará el libro que quieres leer cuando sea necesario” más bien, porque me falta lenguaje, un panorama más amplio en cuanto a las referencias que usa y tal vez un poco de conocimiento en semiótica uno nunca sabe cuándo va a servir esa mierda.

Como es evidente, este libro no se lo recomendaría a cualquiera, es pesado de leer en ocasiones y casi siempre, un poquito difícil de entender.

Si lo que se está buscando son los versos más tristes que alguien escribió alguna noche, debería seguir caminando sin ver esta bestia de papel. Pero si busca algo más, una forma de ver la otredad o cosas por el estilo, creo que “Artefactos para dibujar una nereida” es algo que muy probablemente se disfrute.




Además, la edición está súper piolas, tiene una forma como de libreta italiana y una portada muy coqueta.

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