viernes, 15 de mayo de 2015

El señor Diablo

Decían que don Diego tenía un ejército implacable, que comandaba más de doscientos doce destacamentos, todos formados por pequeños gnomos desalmados, decían que eran sus títeres, guerreros potentes y malditos que seguían sus órdenes sin dudar.

Decían que atrás de sus fuerzas estaban dragones dispuestos a quemar de cabo a rabo a cualquiera que se sublevara, con la capacidad de influir tanto miedo que todos sus hombres se habían vuelto locos.

Decían que don Diego era el demonio mismo, con sus polvos mágicos y su bóveda de tesoros.
A mi mamá siempre le dio miedo que se me fuera a acercar; a mi primo Mario (el mayor)  se lo llevó, le dijo que lo iba a hacer un dragón, que iba a ser el más fuerte de todos… cuando mi apá supo dijo “pobre escuincle pendejo, ya chingó a su madre”. Lo encontraron muerto unos meses después, quemado, yo digo que se apendejó y se quemó él solito sin querer.

Decían que don Diego era el más peligroso de todo el estado. Yo nunca les creí.
Ayer lo encontraron muerto afuera de su casa, en las noticias dicen que le dieron 3 plomazos a él y 2 al wey con el que iba. Dijeron también que en la escena había otro muerto… mi tío Carlos, el papá de Mario.


Mi papá quiere que nos vayamos pronto del pueblo, yo digo que ya chingamos a nuestra madre.

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