era enemigo egeno, estaba echado en espeluznantes estacas.
farfullaban falacias formando fachadas follables
sin siquiera saber sobre su singular sentido.
querían quemarme, quebrantarme; querían quejidos.
demandaban dolor, deseaban destrozarme, deseaban dominarme
totalmente, trocerar todo temple trataron.
negaron, necios, noches nubladas nos necrosaron.
después de desmadrarme, dirigieronse donde despiadados
registros resguaradaron, rabiosos, rencorosos, rapiñeros.
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