miércoles, 8 de abril de 2015

Se busca alma.

no me gustaba, era muy demandante

Cada noche me mantenía despierto, creando, pensando, idea tras idea, no se me era permitido dormir hasta que no terminara. Cualquier cosa que se me hubiera ocurrido, no había un tema, ni siquiera alguna sugerencia, solo debía de escribir, ella empujaba mi lapiz con zaña, como si quisiera matarme de fatiga, cánticos, poemas, cuentos, relatos, descripciones, pensamientos, todo lo debía plasmar a oscuras mientras ella me miraba fría como piedra y me juzgaba con odio.

Deseaba dormir, añoraba con tanta fuerza ser arropado y no escribir nada, solo crear imágenes, perderme en un universo inentendible y ver cualquier cosa y no atarla a una descripción, pero siempre era igual, cada noche escribía algo, permanecía en vela hasta escuchar 3 campanadas en el relog... las mismas 3 campanadas siempre.

A las 3 campanadas, comenzaba a sufrir, sentía el peso de mis parpados elevarse exponencialmente, mis manos comenzaban a no querer moverse, mis pensamientos divagaban y perdían el hilo de lo escrito, mi cabeza caía una y otra vez y mi cuello sentía cada jalón, pero aún no se me permitía dormir, no hasta no ver terminada cualquier cosa que estuviera haciendo.

Ella no me gustaba, era muy demandante

De todo lo que escribía siempre se quejaba, lo odiaba, nada era lo suficientemente bueno, nada valía la pena para ser mostrado a ningún otra ánima, solo eran los pensamientos de otro idiota que creía ser bueno para algo, cuando en realidad no valía para Nada.

Ella no me gustaba, era muy demandante, quería que se fuera.

Un día desapareció, en realidad no estaba seguro si se había ido o simplemente yo ya estaba muerto, ya no discernía entre estar dormido o despierto, todo era lo mismo, mismas caras, mismos sucesos, sonidos, juegos, historias, todo se repetía una y otra vez.... y yo escribía por costumbre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario