sábado, 28 de junio de 2014

Crónicas de un asgardiano: solo

- mis voces se fueron.

Las ondas suaves y graves producidas por mi voz, conquistaron el silencio reinante de aquella habitación pequeña, chocó contra cada palmo de concreto, madera, plastico o cualquier material que se encontraba entre aquellas cuatro paredes.

- mis voces se fueron - repetí.

No hubo respuesta, ni vibraciones, no hubo manotazos, bromas o insultos, solo la quietud y el frío producido por el recinto que parecía tan vacío que ni mi enorme cuerpo podía fingir que ocupaba un espacio en aquella inmensidad.

- mis voces sefueron - volví a repetir, una y otra vez, como si rogara por que me hubieran engañado y en cualquier momento una rafaga de risas, comentarios crueles, citas cursis y fraces celebres aparecieran en mi cabeza como una bomba de gas que se propaga en el espacio

En su lugar solo estaba el helado sentimiento que producía el silencio, el sinsabor tan característico de la soledad. En mí, solo se alzaba el color del estandarte amargo que había robado hace tantos años, en mis tiempos de pillo, en mis tiempos de listillo

Despues de un par de minutos no fue necesarios seguir con la repeticoon, aquella frase ya resonaba y volaba en derredor de mi mente, como el eco que producia el tiempo en cualquier roca de la bahía.

Los minutos, incluso las horas, en que la frase se repetía en mi cabeza fueron bien recibidos, sentía como si alguien siguiera ahí, diciendo las mejores opciones, susurrando las mas adecuadas acciones. Pero sabía que no era así, solo era el atisbo de una cordura perdida, una cordura que nunca quise tener pero que en poco tiempo recuperaría.

"Nadie puede estar loco toda su vida" es lo único que pensé y a lo que me aferró un pequeño cardenal que pasaba por ahí. "Nadie puede vivir siempre de evasivas, incluso un día llegará el invierno y tendrás que emigrar" no esperaba que algo tan pequeño pudiera mover a una mole tan grande como lo que soy yo, pero lo hizo, con solo la voz y el pensamiento, como una muestra perfecta de telequinesis.

Cuando la frase dejó de sonar e  mi cabeza, la realidad estaba golpeando mi cara como una leve llovizna, como la fría pero hermosa tumba que algún día me esperará y al mismo tiempo tan cálida como el cariño que sabía que aún era capaz de aceptar, regalar y vender.

Antes de irse una de las voces me dijo que el mundo dolerá, la realidad será triste, el universo será cruel. Nunca había estado en lo correcto de la manera tan precisa como en ese momento, ya comenzaba a sentir como las cuchillas me cortaban, de una en una y como me quemaba aquella llama que subieron directamente del infierno. Pero tenia vendas, unguentos, una aguja y un hilo para sobrevivir, aunque fuera un par de milenios más.

Y entonces lo más indicado será esperar aquí, dejar de buscar el valhalla, esperar a que las frías manos de hella vengan por mí o las glorias de mis batallas me lleven en vuelo libre al paraíso, hoy me doy cuenta que el cielo, el valhalla, el infierno, hellheim, el ades o cualquier otro terreno, no puede ser peor a este lugar... eso si eres invitado.

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