...Me agazapé sobre el gran pelaje de aquella inmensa y majestuosa loba con un par de lagrimas que empezaban a asomarse por mis ojos; Ella emitió un largo y profundo aullido y acerco su gran hocico a mi cara, lamiéndola un par de veces; Sentía lo mismo que yo... Pero ella era mas sensata. A mi lado, descansando sobre la tierra, estaba un gran (pero no tanto como la loba) can de pelaje negro como la oscuridad, un grim jugueteando con mis dedos, mordiéndoles y lamiéndoles.
La loba era muy grande, medía de altura 1.60 metros y de longitud poco mas de 2 metros y 40 centímetros. El grim medía un poco mas que un lobo normal, 1 metro de altura y 1.70 de longitud. Eran los canes mas grandes que había visto.
Seguí acurrucado sobre el cálido pelaje de thalmaria, la loba, y sombra, el grim, se acerco a mi. Los 2 emanaban un calor extremadamente agradable y mis lagrimas empezaron a humedecer el pelaje grisáceo de thalmaria. Ahora fue sombra quien lamió mi cara y con ella mis lagrimas. La hermosa y delicada voz de thalmaria me envolvió
-Todo irá bien, gran gilipollas, pero he de admitir que os habéis comportado muy maduramente-
-seeeee, ademas, que te preocupa. Tu harás muchas cosas por el estilo cuando llegue el momento, lo sé- dijo el perro de pelaje negro como la oscuridad
-Pero ¿y si no?- les pregunté sollozando. Thalmaria mordió mí brazo suavemente y lamió mi nuca
-No os gusta futurizar y es lo primero que hacéis relajaos, habrá mas oportunidades- me dijo la enorme loba, acurrucándose sobre sus patas
Sombra también se acurrucó y yo me deje tender sobre el pelaje plateado de la enorme loba. Total, aún amanece gratis ¿qué no?
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