martes, 12 de marzo de 2013

Damián caminaba por los pasillos de la escuela, llevaba un papel en la mano, cuidadosamente doblado para crear una flor de papel, pedro, sandra y carla lo habían ayudado. Pedro corrigió métrica, estética y coherencia;  sandra le había dicho que le gustaba y donde podía encontrarla; y carla le había ayudado a doblar la hoja de una forma tan precisa y meticulosa, que empezaba a dudar si quedárselo o entregar la pequeña carta.

Atravesaba a toda prisa salones y jardines, nada tenía otra importancia, el la quería desde hace ya un tiempo y debía gritarlo. En su pecho no cabía la emoción, no importaba como reaccionara la chica, el solo quería entregar la carta...

Y llegó, el área mas apartada y solitaria de la facultad, un salón alejado en medio de la nada, Damián se acerco a la puerta y al momento de empujarla se detuvo. Un conjunto de ruidos taladraban su cabeza, gemidos, gritos placenteros y respiraciones exaltadas, le provocó el retroceder, un par de lagrimas se hicieron presentes en sus ojos, y una mueca de terrible desilusión en su cara.

Damián arrugó la hoja, descompuso el bello trabajo de carla y lo tiró junto a la puerta, secó sus lagrimas con su mano derecha, aún temblorosa por el reciente suceso y emprendió una marcha inversa a la que había hecho.

El papel se quedo arrugado, a merced del clima y del capricho de una deidad cruel. La carta decía lo siguiente:

A mi vida. 18-04-16
Lo normal es comenzar con un hola... Pero comenzaré con un te amo, ya pasó un año y 5 meses, esto es un gran logro, has sido mi personaje principal y me llevaste de las manos todo este tiempo, quiero ser rápido, así que te diré un simple, pero no insignificante. Te amo, mi corazón.

Estaba acompañada de un hermoso poema, el mejor y el ultimo escrito por Damián. Y se quedaría a esperar que las inclemencias del tiempo se lo llevaran.



Yuritzi se acercó al salón y al llegar también. Escucho lo mismo "cabrón, es la tercera vez en el mes". Se giró y se disponía a irse, pateó una hoja tirada junto a la puerta del salón, la recogió y la llevo a la basura "hijos de la chingada, vienen corrompen mi espacio y ni siquiera tiene la decencia de recoger su basura"

Su expresión cambio rapidamente a apuración y se repitió para sí misma

-Damián debió de salir ya-

Y salió corriendo...


y así, queridos lectores, si hoy tuvieron un mal día, no se preocupen,
mañana pueden tener uno peor.
MIGUEL YAHIR CÁZARES SOLORIO
MYCS

No hay comentarios:

Publicar un comentario