lunes, 11 de marzo de 2013

Dormido en el limbo

VI. La torre de los mil olores

Conforme nos acercábamos al puente me empecé a aterrar, esta vez ella iba adelante, notó como comenzaba a temblar y me tomó de la mano, al principio sus zarpas me rasguñaron un poco pero diana descubrió una forma de no lastimarme

-todo vendrá bien, gilipollas- dijo y me guiño un ojo -solo, tratad de no fijaros abajo y sobre todo- dibujó una sonrisa en su rostro -de no caeros- (...)

Durante un buen rato caminamos, para el momento que llegamos mas o menos a la mitad del puente ya todo mi cuerpo temblaba. Se frenó repentinamente y se giró a mirarme, Sus grandes ojos amarillos se quedaron mirándome  tenía una cara un tanto peculiar, una que había visto antes y me abrazó, dejando un espacio suficiente quedándonos cara a cara.

Pasé saliva, a esa altura y ella excesivamente cerca.

-queréis besarme?- me cuestionó diana, tragué mas saliva y abrí los ojos hasta no poder mas, me quedé helado.

¿qué debía responder a eso? La chica era hermosa, pero no me atraía de esa forma. peor aún, no pudo encontrar peor momento que aquel, a 30 o 40 metros sobre un río de lava en un espacio de 2 metros de ancho (y dicen que yo soy inoportuno).

Me limité a mirarla a los ojos, sorprendido, intrigado, sin mover un solo musculo. Diana paso su lengua por el colmillo izquierdo, me abrazó fuertemente (sí, casi me parte en dos con su irreal fuerza), me soltó, me tomo de la mano de nuevo y continuó el camino (coño, pinshis viejas ¿como debía tomar eso?).

Al seguir el camino por el largo y peligroso puente me pregunto ¿por qué me había alterado tanto cuando desperté? Entonces le conté mi sueño.

-parecía tan real, en serio creí que había vuelto-

-tío, al menos vos tenéis recuerdos de vuestra vida, en cambio, yo me acuerdo un carajo- reprochó diana.

Aún daba vuelta en mí cabeza la frase "queréis besarme" y no sabía que pensar.

-tu ¿qué soñaste?-

-siendo sincera no sé bien que he soñáo, vos estabais ahí, no sé sobre qué platicábamos  pero había otro tío... Sé que ese tío también era importante, vos nos abrazabais a los dos y platicábamos .. Solo recuerdo eso- dijo sin soltar mí mano.

-mmm ¿y como era el otro tipo?- ella miro al oscuro cielo, igual y no me contestaba, pero tras unos segundos me dijo.

-no tan alto, era moreno, su cabello negro y largo, ojos negros, llevaba un traje ... Negro, para variar. Hablaba, como vos, no usaba barba, ni bigote y tenía una gran dentadura blanca-

Diana lo describía como si le hubiera encantado el tipo. La conversación se prolongo por un rato mas, y cuando me dí cuenta, ya habíamos cruzado el puente, me había preocupado tanto por nuestro encuentro en el medio del puente que me había olvidado del peligro de caer. ¿Había sido intencional o mera coincidencia?

Lo que fuese, fue una buena jugada. Continuamos nuestro camino un largo rato y conforme avanzábamos  la torre se veía mas grande y mas nítida.

Y entonces comencé a captar muchos olores, era un festín para mi nariz. Olores dulces, agrios, fétidos,  algunos muy intensos, otros muy suaves, muchos me daba la impresión de que los había captado ya y muchos otros eran extraños para mí.

Me intrigaba saber de donde venían aquellos cientos de olores, y  figuras traslucidas empezaron a entrar en mi campo visual.

Esas figuras eran cual humanos normales pero no eran distinguibles del todo, parecía que usaban unas largas túnicas negras, pero que al mismo tiempo se transparentaba, mostrando todo lo que había tras ellos, algunos llevaban una capucha y lucían como diana cuando la encontré (o mas bien cuando ella me encontró), a otros solo se les apreciaba lo que parecía su cabeza pero sin cara, sin cabello, de un color negro, traslucida. Era de las cosas mas macabras que había visto; otros se veían como cualquier persona, cual si vistieran normalmente pero todo su atuendo era oscuro y transparente. su cara, inexistente... Esas, eran las sombras.
me detuve de tajo y diana tiro de mi mano (aún me halaba desde hacía ya casi un kilómetro). se percató y me soltó.

-tío ¿ por qué os detenéis?- me preguntó Diana, una sombra atravesó su cuerpo, me miró y sonrió -¡ah! las sombras, tío que no os harán daño- y se echó a correr, atravesaba las sombras cual si estuviera en un río gaseoso. no me quedo otra qué correr tras ella.

fue divertido, olores por aquí y por allá, la fría pero cálida sensación que sentía cuando atravesaba una sombra y cuando acordé, me encontré al pié de la torre.

era una muy grande torre, de no menos de 6 pisos, era muy burda, parecía hecha de una extraña piedra morada, y algunas piedras grises, como las del piso; algunas ventanas y un portón de madera de 2 metros y medio de altura por uno de ancho.

al cruzar, nos encontramos en una especie de tabernas, muchas sombras estaban dentro y en el fondo, en la barra, un sujeto de traje rojo sirviendo alguna especie de bebidas. me acerqué.

-¿oye, podrías darme un vaso de agua? por favor- y me senté en uno de los bancos junto a la barra, diana se había sentado junto a mí y el sujeto volteó, me saqué tanto de onda como lo había hecho con las sombras.

-sure, guy, another thing? do you want some of eat?-

no se que me sorprendió mas, si el hecho de que me acaba de hablar en ingles o que el tipo era puros huesos en un traje rojo de seda, el esqueleto miro a diana y le dijo

-hey, what's up? beauty-

-nothig bones, so, many clients- le contestó Diana.

-yeah, is a hard work- contestó el saco de huesos y se echó a reir.


y así, queridos lectores, si hoy tuvieron un mal día, no se preocupen,
mañana pueden tener uno peor.
MIGUEL YAHIR CÁZARES SOLORIO
MYCS

4 comentarios: